El Real Madrid-
Barcelona paralizó a medio mundo congregando a más de 12 millones de
espectadores solo frente al televisor. Los noventa minutos que dura un
partido son considerados el mejor antídoto contra la crisis. La gente se
pone su camiseta y olvida por ese momento la situación del país, solo
se viven los colores. Cada domingo buscan un revulsivo, ya sea acudiendo
al campo o con sus amigos en el bar frente a la televisión. Solo
necesitan que la pelota entre para descargar esa rabia y preocupación
contenida.
Hoy en día la sociedad no sólo está en crisis económica y el fútbol
puede convertirse en el mejor instrumento para enseñar o reafirmar los
valores, la ética y la moral. Elimina barreras raciales, se olvida de
los nacionalismos, aboga por la igualdad y el progreso.
La Copa del Mundo y, anteriormente la Eurocopa, se presentan como un
fenómeno social y no sólo deportivo con el que se quiere buscar un
optimismo desaparecido, una diversión y alegría que impulse a la gente.
El triunfo de España en el Mundial de Sudáfrica fue la emisión más vista
en la historia de la televisión española. El grito con el gol de
Iniesta fue al unísono: empresarios y parados, amigos y enemigos,
abuelos y nietos se unieron en una sola voz.
El fútbol se define como un juego pero va mas allá, es un motor capaz de
generar más ilusión y esperanza que un partido político, capaz de
movilizar a más gente que en cualquier concierto, capaz de reunir la fe
de la gente que ya no sabe en qué creer.
Fuente: Belén Zamora
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